Experiencia Erasmus de Sara Hervás en Italia
Mi Erasmus empezó el 19 de septiembre. A nuestra llegada tuvimos la oportunidad de conocer distintos rincones de Italia, desde Florencia hasta Nápoles, pasando por Roma, Siena y Pisa, una auténtica maravilla.
De vuelta a la realidad, tras habernos confundido de ruta mil veces y casi perder la vida en los autobuses italianos, conseguimos llegar a la Escuela de Enfermería de Perugia, donde empezaron las clases y parecía imposible entender una sola palabra de las explicaciones de los profesores, pero poco a poco nos fuimos adaptando.
Sin duda, la experiencia a destacar es el “tirocinio”, siete semanas de prácticas en “Chirurgia generale d’Urgenza”, donde a pesar de haber tenido las navidades de por medio y haber vuelto un poco verdes con el idioma, en cuatro días estábamos chapurreando italiano para ser capaces de entendernos con enfermeros y pacientes, que no dudaban en ayudarnos y hacernos reír al ver cómo confundíamos ciertas palabras. El personal nos acogió muy bien desde el principio resolviéndonos cualquier duda siempre que lo necesitamos, y con el paso del tiempo, llegamos a ser una parte más de la planta. Este periodo fue el más satisfactorio del Erasmus, porque a pesar de las dificultades y la distancia que causaba ser de otro país y hablar un idioma diferente, del cansancio acumulado y los exámenes de por medio, siempre llegaba a casa contenta y orgullosa de haber conocido, cuidado y ayudado a muchos pacientes.
Ahora que ha pasado el tiempo y estoy de vuelta en Santander, me alegro enormemente de que el miedo a marcharme no me frenara y tomara la decisión correcta. El Erasmus ha sido la experiencia más grande y gratificante de mi vida, he madurado, crecido en todos los aspectos, aprendido a valorar lo que he tenido siempre en casa, conocido una forma diferente de estudiar y de trabajar, y sobretodo, he vivido en una ciudad nueva y he tenido el privilegio de conocer un grupo de amigos que se han convertido en mi familia.
Esta es una oportunidad que os ofrecen ahora y no podéis dejar escapar, una experiencia increíble que tenéis que aprovechar y os animo a vivirla en primera persona. Porque yo fui, soy y seré siempre Erasmus, ¿y vosotros?
